miércoles, 4 de junio de 2008

ART and the city

ARTE: 1. amb. Virtud, disposición y habilidad para hacer algo.
2. amb. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros.
(Según la Real Academia de la Lengua)

¿No creeis que "arte" tiene un carácter muy abstracto como para adjudicarle una definición?

Para mucha gente, el arte son cuadros y esculturas, siempre encerradas entre las paredes de un museo. Y hoy en día, para algunos ni siquiera eso. Yo he estado alguna vez en el Guggenheim, donde es frecuente escuchar a alguien soltando eso de: "¿Y esto es arte? Eso lo hace mi hijo de 3 años". En esta sociedad, en la que vemos que todo evoluciona día a día, que no podemos dar nada por seguro porque 3 meses más tarde ya no tendremos razón, hay personas que siguen ancladas a ese arte rodeado por marcos, sin querer pensar que los artistas sí han evolucionado, y con ellos sus ideas, sus ideales, sus pretensiones, sus medios y recursos. ¿Dónde está escrito que no se pueda crear una obra de arte con deshechos que alguien ha tirado? ¿Por qué no puede ser arte un vestido que compramos y redecoramos a nuestra manera? Si no se expone en un museo... ¿no es arte? Pues, por lo menos a esta última pregunta, sí que tenemos una respuesta. El arte está en la calle, desperdigado por la ciudad.

En los últimos años Bilbao ha cambiado mucho. Ha pasado de ser una ciudad oscura, envejecida y cuyo centro eran los astilleros abandonados, a una ciudad totalmente nueva, con grandes espacios verdes y edificios renovados. Y nos renovamos día a día. Para ello, el Ayuntamiento se vale, entre otras cosas, de diversas exposiciones callejeras. Algo realmente interesante.

La primera (que yo recuerde), y sin duda la más famosa, fue la de las vacas. Se repartieron por toda la ciudad 175 vacas de fibra de vidrio, todas diferentes, decoradas y diseñadas por diferentes personas. Había auténticas maravillas, y a mi me encantaba tomar una calle por la que no solía pasar y encontrarme una vaca nueva, o incluso en el interior de algunos edificios públicos y comercios. A modo de secuela, aterrizaron en las calles las palomas, aunque en este caso estaban decoradas por diferentes colegios. De hecho, yo participé pintando la que "apadrinó" mi colegio. Luego, nos expusieron enfrente del puente Calatrava.

Me gustó mucho la exposición de jardines. Gracias a ella, en cualquier rincón podías encontrar un pequeño huerto, un mini-bosque, y alguno tenía hasta un lago. En este caso, me hice con un folleto de la localización e intenté visitarlos todos (casi lo consigo). Me quedé fascinada por la gran originalidad de la que podíamos disfrutar durante un paseo. ¡Guerra a los jardines de césped y setos!



Una de las últimas ha llegado de la mano de Manolo Valdés, que colocó por el centro bilbaíno grandes esculturas de bronce. Algunas de ellas reproducían Las Meninas de Velázquez o la Dama de Elche.

Y por fin, lo último en arte callejero, rebosante de originalidad, pero un poco desconcertante. ¡Nos invaden los marcianos! Bueno, más bien son marcianitos. Y come-cocos. Y los primos-hermanos de los Tamagochis. Lo más curioso, es que pasa casi desapercibida, mucha gente no se ha percatado de su presencia. Esto último a mi me parece de lo mejor, ya que, a partir de ahora, a veces voy mirando las fachadas en busca de vistantes interplanetarios. ¡Es como buscar a Wally! Por diferentes paredes y recovecos de hormigón han instalado mosaicos que crean a estos marcianitos. Es genial que una exposición pueda incluir el entretenimiento al más puro estilo "gyncana".



El fin de cualquier expresión artística es transmitir una emoción, causar a quien la vea algún tipo de pensamiento, sentimiento o reacción. ¿Estamos dispuestos a abrir nuestra mente a lo que está por venir?

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

tengo un colega que el pasillo de su casa lo ha pintado él: exactamente es como una pantalla gigtante de las máquinas de marcianitos de los años 1980'... de cuando éramos pequeños (tú excesivamente pequeña, creo)...

Dios, ese cerdito Coppete de la derecha... no paro de darle manzanas, ¿me dejas cuidarlo en Navidad? ;p

Bayadère dijo...

Jo, pues dile a tu colega (a parte de que me encantaría ver ese pasillo) que alguien le ha plagiado la idea y que la está esparciendo por el mundo!!! Que no se deje avasallar!!
Y en cuanto a mi cerdito... ¿En Navidad, eh? No sé por qué me da que tu intención no es disfrazarle de reno y que te haga compañía. Además, me estoy fijando en que el bichito me está cogiendo gorduras... Si algún día veo que no está, ya sé a dónde tengo que ir a buscarle (si, es una amenaza) ¬¬