lunes, 11 de agosto de 2008

Exhibición sobre puntas (IV)

Otra vez de vacaciones, vuelta al "no tengo nada que hacer". Y para no quedarme quieta, aquí va otro vídeo del festival. Uno de los grandes éxitos, el baile flamenco. Somos principiantes y es asombrosamente complicado, así que la coreografía es bastante básica. Unos de los puntos fuertes era el movimiento de diferentes grupos por el escenario y la distribución cambiante. Es una pena que en este vídeo no se aprecie, pero claro, mi familia me graba a mi...


Y como de vídeos va el tema, adelanto que voy a intentar conseguir el vídeo "oficial" del Festival de Folklore del Valle de Mena, ya que tengo mi vídeo casero, pero me gustaría poder mostrar un poco de todo. Durante 4 días pudimos ver actuaciones de lo más variadas, tanto en cuanto a danza, como a cantos típicos y el acompañamiento musical. Además, cada grupo traía un gran fondo de armario, y también pudimos ver trajes espectaculares, con tocados alucinantes, pinturas corporales, pelucas y postizos y preciosos maquillajes.

En lo que respecta a nuestro número, no tuvimos mucho tiempo para lucirnos, pero ya se sabe que lo bueno, si breve, dos veces bueno. Tan sólo actuamos en la ceremonia de clausura, la más concurrida por todo el pueblo y alrededores. Vamos, que hasta me voy a permitir el lujo de asegurar que no tuvo nada que envidiar a Beijing (jeje) Comenzaba con una pequeña muestra de cada país participante, y tras ello, llegaban los números especiales. Siguiendo la estela de la Expo de Zaragoza, el tema central era el agua. Comenzaba con un número de los ucranianos, que repesentaban las olas del mar al son de "Obertua MDXX" de Mägo de Oz.



Tras ellos salíamos al escenario con las 4 ucranianas, ataviadas con nuestros sacos blancos. El vestuario nos ha traído grandes quebraderos de cabeza, y el mismo día de la actuación todavía no sabíamos qué íbamos a llevar en un número. En esta ocasión, reciclamos unos antiguos disfraces de ángeles a los que tuvimos que abrir por un costado hasta la cintura para poder movernos. Además, resultaron ser muy transparentes, lo cual le aportaba un toque erótico-festivo que a mucha gente le resultaba gracioso. Pero al final parece que resultamos ser unas lamias bastante elegantes... Durante 5 minutos bailamos a una luna que subía por el telón del fondo, y nos retirábamos para dar paso al solo de la lamia buena. Ésta también se vio afectada por la crisis de vestuario, y tuvo que actuar con un vestido de novia de hace 25 años, del modelo "cortina de salón de Cuéntame", aunque tras quitarle el forro quedó bien bonito. En lo que la luna se teñía de rojo, la lamia se transformaba en malvada y cambiaba las blancas puntillas por un vestido de terciopelo negro, incluyendo pelo suelto y revuelto. Nosotras también nos transformábamos, aunque seguíamos con las túnicas blancas.

Y para terminar, un precioso número que combinaba a todos los participantes y organizadores en torno al fuego y el agua, con una nana de fondo. Espero poder mostrarlo, porque creo que fue algo realmente emotivo.

Yo, de momento, ya he asegurado que el año que viene quiero volver a verlo, aunque sea desde el público. Además, creo que lo hace más bonito el haber estado en el pueblo todos esos días, viendo cómo tanta gente compartía comida, tiempo libre, chapurreos en idiomas varios, aulas de ensayo, juegos y esfuerzo. Como ejemplo, dejar constancia de que a las chicas panameñas les faltó tiempo para ofrecernos sus faldas al conocer nuestros problemas de vestuario. Todo un detalle, aunque las faldas con volantes no nos venían muy bien. Aunque también surgen conflictos, como ocurre cuando te parece ver que tras las sonrisas espléndidas ucranianas y los vocablos ininteligibles se esconde algo de mala leche y un pavo un poco subido.

El cómputo final: inmejorable. A pesar del cansancio, he vuelto a hacer por unos días algo que me encanta, y he subido otra vez a un escenario, además de compartir unos días con una amiga y poder disfrutar de la danza en todo su esplendor. Porque, además, nuestra lamia particular fue bailarina en el extinto Ballet de Euskadi y estuvo trabajando en Londres (en el musical Cats, si no me equivoco). Vamos, todo un lujo que se me ha ofrecido en medio de un monótono mes de Agosto.

Bueno, me he enrollado más de lo que pretendía en un principio. Pero ésto me pasa siempre que me siento emocionada con algo, que me gustaría poder transmitir detalle a detalle todo lo que siento, para poder compartirlo con quien quiera aguantar mis entradas interminables. Juzgad vosotros mismos, que yo voy a cerrar el chiringuito por hoy. Encantada de estar otra vez por aquí.

1 comentario:

berto dijo...

Muy chulo, es una buena experiencia lo tuyo también, yo creo que es bueno tener iniciativa y hacer cosas, en tu caso bailar que es lo que te gusta y encima estás unos días por ahí y conoces gente, haces my bien, tienes suerte de hacer estas cosas,en el vídeo se nota un poco quien eres tu, jeje.

Un saludo y di que sí, porque no vas a poner lo que haces, aquí tienes a alguien que se entretiene,chao.