viernes, 2 de mayo de 2008

Fraternalmente, sin palabras

Viajamos 24 años atrás en el tiempo, y nos situamos en algún pueblo de Austria. Un sitio donde vive gente corriente, con costumbres corrientes. Donde nadie sabe que uno de sus "corrientes" vecinos tiene en el sótano de su casa una no-tan-corriente prisión. Si decimos que su prisionera va a ser su propia hija, ¿no parece que estemos hablando de una locura? ¿Cómo va a ocurrir algo parecido? Eso sólo pasa en las películas de terror psicológico. ¿O no?
Sabemos que vivimos en un mundo de locura, donde la realidad supera la ficción. Nada puede sorprendernos si estamos prevenidos. Pero un día descubrimos que no estamos preparados para todo. A través de las noticias conocemos la espeluznante historia de una mujer austríaca: encerrada en un pequeño sótano durante esos 24 años, siendo violada y maltratada, y pasando por (creo) 7 partos, consecuencia de dichas violaciones. Todo ello con el agravante de que, para ella, el monstruo tenía la cara de su padre. Ha dado a luz, en ese pequeño cubículo, a los hijos de su padre. Es sencillamente terrible. Yo llevo unos cuantos días queriendo dejar constancia de esta noticia, pero no encontraba, y sigo sin encontrar, las palabras más apropiadas para expresar todo lo que pasa por mi mente a la velocidad de la luz, la forma de decir cómo de repugnante me parece esta historia y todas las que se le parecen, que me temo no son pocas.
Ahora, ese vecino ya no-tan-corriente está en prisión, aislado para que sus compañeros no le den el linchamiento que muchos pensamos que se merece. Hasta los ladrones, traficantes de drogas, homicidas y demás violadores le repugnan. Ojalá existiese un castigo merecido, una forma de devolverle el daño hecho, pero con intereses. Aunque lo ideal sería retroceder unos años atrás, hasta el punto en el que estuviésemos a tiempo de salva a aquella joven. Por mucho que sufriese ahora su querido padre, la vida de ella acabó hace más de 20 años. Ahora tiene 6 hijos a los que, por un lado amará, pero que también serán su recuerdo diario de la pesadilla que fue su vida. Niños, que por otro lado, también sufrirán las consecuencias. No tienen la típica historia de: "Tú naciste porque papá y mamá se querían mucho". Nadie puede hacer nada por ellos. Nadie.
Con todo esto todavía dando vueltas en el estómago, leo que es posible que la condena sea de 15 años, pudiendo hacerse con la condicional tras 7 años y medio. ¿Pero en qué maldita cabeza entra?
En fin, lo único que podemos hacer es sentarnos a la espera de un nuevo escándalo, y después otro, y otro... Qué triste ¿verdad?
Por otro lado, esperemos quedarnos siempre con la duda de si las personas que nos rodean son tan corrientes como pensamos.
Sin palabras.

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