domingo, 11 de mayo de 2008

Si algo puede salir mal...

Ayer fue el gran día, ése para el que nos estábamos preparando desde hace casi 3 semanas, para el que hemos pasado por encima de cansancio, sudor, aburrimiento, pisotones... Desde primera hora de la tarde, nada más sentarnos en maquillaje, ya se notaba que nos dedicaban más tiempo y que el maquillaje era más cuidado y detallado que nunca. Todo tenía que ser perfecto para el estreno de Turandot. Y teníamos razones más que de sobra para estar tranquilos, los ensayos habían ido sobre ruedas. Escondidos todavía entre las cajas del escenario, esperando a que el telón se levantara, bromeábamos diciendo: "Bueno, pues si una se cae, las demás nos tiramos al suelo y nadie lo nota". Y en buena hora abrimos la boca... Aunque yo no estaba en escena en ese momento, más tarde me comentaron que el maestro metió la gamba varias veces, lo que hizo que el coro se descordinara en ocasiones; en el baile que hacemos en el segundo acto con los abanicos, en el que somos los "estirados perritos falderos de la principessa de China" y donde yo nunca había tenido incidentes, ayer salí a escena con el pie enredado en el kimono, y así estuve casi hasta el final, momento en el que tenía el kimono casi abierto; vi cómo una compañera se "colaba" delante de mi amiga, codazo incluido, trastocando así las posiciones que teníamos para la coreografía; a otra pobre chica tuvieron que sacarla de escena porque estaba a punto de caerse redonda; alguien al arrodillarse lo hizo encima de mi pie; cuando somos las prostitutas arrastradas, donde siempre los cantantes del coro nos pisan los trajes y los pies, aunque saben que vamos descalzas, yo recibí los pisotones de siempre, aunque esta vez, en lugar de apartarme, propiné una coz al que tenía detrás, y me temo que se notaría desde el público; y cuando, al terminar, todo el elenco estamos en el escenario para saludar, y los artistas principales saludan una y otra vez al público (el teatro estaba abarrotado, ni una butaca libre) el maestro se tropezó dos veces con la cola de la bailarina que sujetaba la cola de la soprano.

A pesar de todo, el director quedó muy contento, y ahora... a ver qué pasa con los pases que nos quedan.
Se ve que es la historia de mi vida: basta que abra la boca en el momento más oportuno, para que el destino me lleve la contraria. Y de ser así... espero que el próximo pase sea desastroso.

3 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

bueno, la primera es la novatada, luego todo viene según se aprende. Un saludo.

Anónimo dijo...

Weno, seguro que quedo bonito d todas formas. Jo, a ver si pones alguna fotiko vuestra, con lo wapas k estabaisss!!! jeje. Como de exposicion casi, casi... jejeje

Bayadère dijo...

Hombre Maki!! Claro que te voy a poner foticos!! Tengo alguna, pero estoy esperando a tenerlas todas para seleccionar the best ones (a mis escasos lectores sólo les ofrezco lo mejor).
Canichu, gracias el cielo, parece que tienes razón. Ayer tuvimos el 2º pase y, aunque no quedó tan bien como el ensayo general, fue bastante mejor. Y además, contamos con el favor de las críticas.
¡¡Muchas gracias a los 2!! Musus