jueves, 29 de mayo de 2008

Escucha, ¿qué sientes?

¿Qué tiene la música? ¿Qué es lo que ocurre que puede hacernos sentir tantas cosas? ¿No es maravilloso que tan sólo unas notas puedan transmitirnos tanto? Alegría, ternura, tristeza, solemnidad...
Por fin he conseguido la ópera Turandot y es la primera vez desde que acabamos las representaciones que vuelvo a escucharla. Yo estaba entretenida haciendo mi corona de Bayadera (que ya enseñaré cuando acabe), y al final la he dejado de lado, porque simplemente me he quedado mirando a ningún lado, con toda mi atención puesta en lo que escuchaba. En varios momentos he sentido hasta pequeños "escalofríos" que me subían desde el estómago, y también he tenido que contener alguna que otra lagrimilla. Ni siquiera entiendo del todo lo que dicen, pero no es necesario. Los acordes lo dicen todo. También es cierto que, en este caso, la vivencia tiene algo más por detrás. Todavía podía sentirme en el escenario, de pie, con el kimono de cola y abanico en mano, avanzando lentamente hacia delante, acompañada por las voces del coro (fabulosas), con la cabeza bien alta, mirando a un patio de butacas lleno a rebosar, sintiéndome verdaderamente parte de la corte imperial. Ese momento se quedaría en nada si no fuese por la música que te infunda ese "algo" que te hace sentir... como más grande, como si no tuvieses espacio suficiente para expandirte un poco más.
He utilizado este ejemplo porque es el que ahora me ha llevado a escribir, pero son tantos... para todos. No creo posible encontrar a nadie al que no se le haya erizado el vello al escuchar "esa" canción, o el momento instrumental que, no sabes por qué, te encanta, y sientes... ganas de gritar, o de llorar, o de saltar, o incluso de lanzar algo contra una pared. Puedes escuchar una letra que te emocione, o puedes no entender lo que dicen, o incluso no tener una letra a la que aferrarte. Pero te gusta sentirlo.
No quiero dejar de escuchar. No quiero dejar de sentir.





He encontrado estos vídeos de Turandot. Los he colgado porque son de una representación en Barcelona, pero se ve que la producción corría de las mismas manos que la que hemos representado en Bilbao, ya que todos los elementos de la escenografía y todo el vestuario es exactamente el mismo que hemos tenido nosotros. Ya comenté que la puesta en escena era espectacular, y creo que merece la pena mostrarlo. Ah, yo estaría en el grupo de chicas a la izquierda de la pantalla, con grandes coronas y kimonos claritos, sentadas en el suelo. Espero que os guste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nunca he sido amante de este tipo de música, más que nada por mi ignorancia hacia el mismo, pero te puedo decir ahora mismo que me han gustado mucho los videos.
No ha llegado ha erizarme el vello, tengo que admitirlo, pero si soy sincero si que me he sentido inmerso en la melodía.

En serio, me ha gustado. Me sorprendes ;-)

Bayadère dijo...

¿Te sorprendo? Uy, me ha gustado eso... Nunca me lo habían dicho...
Me alegro de que te hayan gustado. La verdad es que yo nunca había visto ópera, pero una vez que he presenciado algo que me ha gustado tanto, pues qué menos que intentar compartirlo con quien quiera dejarse, no?
Bueno, a ver si puedo segir sorprendiendo jeje