jueves, 24 de abril de 2008

El libro sin su rosa

Aunque mirando el reloj y el calendario a rajatabla llego un poco tarde, no quería irme a planchar la orejilla sin recordar que se ha celebrado el Día del Libro. Se le da mucho bombo en los medios pero, personalmente, me parece que se queda más en una simple reseña en el calendario. Parecerá un tópico, pero es una pena que cada vez haya más libros amarilleando en las estanterías. Yo soy una lectora confesa, de las que son capaces de renunciar a dormir, e incluso a estudiar para un examen debido a esa incapacidad de cerrar el libro. "No puedo parar en esta página si la frase se queda a medias, tiene que haber un punto" y "Bueno, sólo un capítulo más" son pensamientos que seguro no solo son míos. Pero también es cierto que me resulta más sencillo coger el mando y escuchar la tele de fondo que centrarme en un libro. No es algo que me llene de orgullo, pero como a mi, esto les ocurre a muchas personas hoy en día. A pesar de eso, todavía me gusta perderme entre las líneas de tinta, aunque seguro que leería más si se me estropease la televisión. Y en este día y desde este blog (o lo que hace años se hubiese podido llamar diario y llevaría un candado) quiero mandar mis condolencias a toda la gente que no ha descubierto el efecto adictivo que muchos libros ejercen sobre nosotros, débiles seres que hemos de rendirnos al poder de esas páginas para disolver nuestras (a veces) tristes vidas para darles forma a su antojo, aunque tan sólo sea de forma fugaz. De repente, un día el libro se acaba, y te invade el desasosiego al no ver más páginas, y te quedas durante un par de minutos contemplando la portada, con cara lánguida. Mira el lado positivo: de repente, tienes la oportunidad de elegir un nuevo mini-universo de papel y tinta que encerrar el el cajón de tu mesilla. ¿Quién más te puede ofrecer algo parecido?
Yo, para celebrarlo, me he hecho hoy mismo con "El juego del ángel", recientemente publicado por Carlos Ruiz Zafón. Tan sólo me ha faltado una cosa: ¿por qué en Bilbao no nos regalan rosas?

Me permito la licencia de haceros algunas sugerencias, aunque seguro que ya os suenan:
  • El juego del ángel, de Carlos Ruiz Zafón.
  • El cuento número trece, de Diane Setterfield.
  • El niño con el pijama de rayas, de John Boyne.
  • La sombra del viento, de Carlos Ruiz Zafón.
  • Angeles y demonios, de Dan Brown.
  • Las amigas imperfectas, de Luis del Val.
  • La Biblia de barro, de Julia Navarro.
  • La sangre de los inocentes, de Julia Navarro.
  • Los pilares de la Tierra, de Ken Follet.
  • El Cuarto Reino, de Francesc Miralles.

No hay comentarios: