miércoles, 29 de abril de 2009

otro Dia Internacional de la Danza


Han pasado ya 365 días desde que escribí mi primera y (hasta hoy) única entrada dedicada al Día Internacional de la Danza. La he vuelto a releer, y me he dado cuenta de que es una faena, porque no puedo dejar pasar esta fecha ni un año, pero estoy condenada a volver a escribir lo mismo una y otra vez. Porque así sería: un año más tarde puedo enorgullecerme de seguir viviendo esta pasión con la misma intensidad y dedicación. O mayor, si cabe.
Yo sigo celebrándolo a diario en mis clases, con trabajo, esfuerzo y mucha ilusión por mejorar día a día. Hoy, por supuesto, he vuelto a enfundarme mi maillot y mis puntas, y lo seguiré haciendo por mucho tiempo. Eso nunca lo he dudado. Ni siquiera cuando la que escribe, suscribe y baila tiene un cuádriceps tan sobrecargado que tiene que bajar las escaleras a saltitos, y dos oscuros moratones en sendas rodillas. Hoy me han preguntado si me había caído, y yo he respondido: "Yo sólo he bailado. Y estas son las heridas de guerra".
De todas formas, hoy nos hemos permitido el "lujo" (con nuestra profesora incluída) de perder una horita de clase a cambio de una "salida cultural". Porque es genial ver que, aunque sea mínimamente, el mundo de la danza empieza a movilizarse y a hacerse un huequito en la sociedad. Así que hemos vuelto a la plaza del Arriaga, donde hace una semana ejercimos de bailarinas gamberras, para ver la Muestra de Coreografías Cortas que ha organizado la Asociación de Profesionales de la Danza del País Vasco. Hemos visto de todo: contemporáneo, jazz, danza clásica, flamenco, danza egipcia... Porque en la variedad está la riqueza de este mundo.
Jo, que poética me ha quedado esta última frase, ¿no? Es lo suyo, soltar la frase adecuada en el momento adecuado. Igual que cuando le arriman el micrófono al actor que acaba de ver cómo se le escapa el Oscar, y con una sonrisa de oreja a oreja, nada forzada, afirma que "todos nos lo merecíamos y me alegro mucho por el ganador". Qué bonito... y qué falso. Como si yo ahora hablo de lo importante de abrir la mente a otras modalidades de danza, porque de todas hay algo que sacar y aprender.
Pero hay que ser sincera, y tal vez yo sea un poco cerrada de miras, pero tras ver hoy una coreografía que, según el programa, corresponde a un estilo que yo nunca había oído, el butoh, debo admitir que no soy imparcial, y que no todas las danzas me parecen iguales. He encontrado este vídeo, pero lo que yo he visto ha sido a una tía sujetando un racimo de uvas en una mano, que ha empezado tumbada en el suelo, con una "música" terrible, y lo único que ha hecho en 10 minutos ha sido levantarse lentamente (tanto que a veces dudaba de que se estuviese moviendo algo) para volver a tumbarse y acabar tirando unas uvas al público y metiéndose el resto del racimo en los vaqueros. Lo siento, pero yo no lo entiendo. Admito que también tiene su trabajo detrás... pero no me transmite nada, no me ha resultado agradable...
Es un tanto curioso que elija este día para ponerme a criticar (constructivamente...) un estilo de danza, ya que quedaría mucho mejor que solo ensalzase las divinidades del baile. Sobre todas las cosas. Pero mostrar estos "puntos oscuros" lo hacen más real y sincero. Igual que aceptar los errores y punto flacos nos hace más grandes y fuertes. No, no veo cualquier danza con los mismo ojos. Y esto es lo que me hace apreciar y disfrutar más de esta pasión. Igual que ha sido hasta hoy. Igual que lo será siempre.

2 comentarios:

Falete dijo...

He estado curioseando y no hay ninguna web de la Asociación de Profesionales de la danza del pais vasco... por qué sera??? aiaiaiaiiii bsss (espero que no estés metida en la masonería) jejeje

Bayadère dijo...

Pues porque aquí son tan chulos que cogen un par de iniciales en castellano, otro par en euskera, luego se calzan una palabra más en euskera, y obtienes la web www.addedantza.org jeje
De todas formas, está en construcción, pero bueno...