domingo, 4 de enero de 2009

Deja aquí tu propósito

Si hago caso de los refraneros, me topo con eso de "Año nuevo, vida nueva", aunque rebuscando un poco más también encuento lo de "Lo que importa no es cómo empieza, sino cómo acaba". No he querido hacer balance a fondo del 2008, porque no ha sido un gran año, tampoco nada nefasto, aunque sí que ha habido cambios y varias cositas importantes. Y tampoco tengo propósitos de año nuevo, porque creo que no me sirven de mucho. De hecho, creo que, tras varios años de proponerme lo mismo cada 1 de Enero, el primer año que no me fijé el objetivo de dejar de morderme las uñas fue cuando lo conseguí.
De momento, vamos bien: por primera vez, el "pariento" ha cenado con mi familia en Nochevieja, así que hemos empezado el año juntos, y tras ello, pasé el resto de la noche rodeada de buenas amigas (y amigo). Así que me conformo con acabarlo igual de bien. Aunque seguro que lo que venga en esos 363 días intermedios depende de mi, más que de otra cosa, y por eso, tan sólo espero que cada noche de este año 2009 pueda meterme a la cama orgullosa de lo hecho durante el día.
Sea como sea, haga lo que haga, y aunque me haga millonaria con El Niño, puedo prometer y prometo que todo quedará escrito aquí para la posteridad. Para que dentro de un año pueda releerme y, entonces si, hacer balance del recién estrenado año.

No hay comentarios: