viernes, 31 de octubre de 2008

Tan sólo con un piano

No es nuevo por estas líneas el relato de todos los viajes al día que hago en el Metro, ni todo el tiempo que paso en esos andenes y vagones, siempre con unos cascos enredándoseme en los pendientes. No lo puedo evitar, siempre que salgo sola de casa me llevo la música conmigo. Bueno, excepto cuando bajo a por el pan, porque en lo que tardaría en encender el reproductor, ya he vuelto. Pero para todo lo demás, incluso para trayectos de 5 minutos (aunque de esos hay pocos).
El repertorio va variando. Borro algunas canciones que ya he oído demasiado, otras las llevo rallando varios meses, algunas son nuevas adquisiciones... Y como me gusta la variedad, tengo rock, pop, R&B, hip-hop, flamenco y algún fragmento clásico. Muchas canciones las tengo "huérfanas", pero ahora mismo llevo 2 álbumes completos: el que acaba de sacar Taxi con reediciones de sus mayores éxitos y algún tema nuevo, y el de La Oreja de Van Gogh. Y en éste me voy a centrar un poquito.
Las letras de este grupo siempre me han parecido realmente interesantes. A veces un poco complicadas de encontrar un sentido, pero muy buenas. Y "A las 5 en el Astoria" no iba a ser diferente. En concreto, "Jueves" relata la historia de una pareja que siempre coincidía en el tren, se miraban, pero ninguno se atrevía a acercarse al otro. Cuando finalmente se deciden a dar el paso y hablarse, su tren se esfuma en el atentado del 11-M. Si alguien la ha escuchado, probablemente coincidirá conmigo en que es conmovedora. A veces se me ha hecho un nudo en el estómago escuchándola. Pero ahora mismo he pasado a otro plano. Y me explico.
Tan sólo la letra puede transmitir muchas cosas, al igual que pasa con los poemas o cualquier relato. ¿Pero qué me decís de la música? A veces me encantaría poder eliminar la letra de las canciones, para escuchar sólo la melodía instrumental. Y ahora, cada vez que esa canción suena por mis auriculares, toda mi atención se dirige al piano. Me encantaría saber tocar el piano, pero disfruto igualmente escuchándolo. No necesito más instrumentos. Y creo que la mayoría de las grandes canciones ganan muchísimo al escucharlas con voz y piano. Así que paso mis idas y venidas intentando eliminar en mi cabeza el resto de instrumentos (que no son muchos) y casi visualizando a un pianista volcado en ello.
Y resulta (sorpresas que nos guarda la vida) que salseando por Youtube, he encontrado la forma de no tener que seguir imaginando. Se trata de una actuación en vivo de Leire, con Xabi sentado al piano. Me ha hecho tanta ilusión y me ha gustado tanto que necesitaba colgarla. Un pequeño regalito que me doy antes de irme a dormir.

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