sábado, 1 de noviembre de 2008

Cosas del oficio

Mes nuevo, y sigo sin papeles. Aunque eso queda en un segundo plano si además digo que no he cobrado el mes de Octubre. A ver, no estoy muy preocupada porque sé que lo voy a cobrar, pero... se trabaja por dinero, y yo todavía ni lo he olido.
El día 1 de Octubre di la primera clase de Pilates, y así han ido pasando los días hasta el 31. Además, he terminado el mes por todo lo alto: haciendo una sustitución en el gimnasio en una de mis mañanas libres. Y es que no es lo mismo dar una clase a jubilados y abuelas, que a un grupo de chicas jóvenes (a éstas no les sirve hacer estiramientos de cuello y brazos durante 10 minutos). Esta gente es alumna de aerobic, y ayer su profesora no pudo dar la clase. Como yo no sé aerobic, se les dijo que iban a dar clase una clase de estiramientos y Pilates, es decir, la mía. El año pasado ya tuve que dar otra clase a estos dos mismos grupos, y creo que ya comenté que la experiencia no fue maravillosa, ya que notas las caras de mala os... de la gente, y no se cortaron un pelo a la hora de quejarse en el vestuario. (Vamos a ver señores, es que Pilates es a aerobic, como un Seat Panda a un Ferrari Enzo... nada que ver) Pues me he pasado toda la semana angustiada, pensando en ese momento, y al final no ha sido para tanto, mira tú qué historia. Es verdad que apenas vino gente, pero para ver malas caras, mejor están en su casa. Antes de entrar, ya había una mujer quejándose en el vestuario, hablando de lo aburrido que iba a ser, pero resulta que en la clase fue la que menos trabajó, la que menos sudó, y probablemente, la que más se aburrió. Por lo demás, fueron muy agradables, trabajaron muy bien, con la mente abierta, y seguro que hoy se están acordando mucho de mi mientras sufren las agujetas (que yo también tengo).
Después de la clase, esperaba que llegase lo mejor: la firma del contrato y el cobro del sueldo. Porque el caso es que a mi me contratan en un gimnasio, pero doy las clases en centros de jubilados que ni siquiera me pillan cerca de allí. Así que empecé mi trabajo con la promesa por teléfono de que todos los papeles estaban hechos, y que ya se firmarían. Hace 3 días me ha llegado la carta de la Seguridad Social, así que sé seguro que no ha quedado nada colgando. Y ayer esperaba que mi jefe hiciese aparición para zanjarlo todo. Pero está claro que era pedir demasiado.

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

yo sigo sin contrato... desde junio... pero he logrado cobrar las cinco semanas que me debían y el sueldo de dos compañeros más... mierda, el gobierno no mira estas situaciones. estamos a su merced, pero hay que mantenerse firmes para que no te devoren del todo. Tú insiste en tu sueldo y sobre todo que no te tomen por tonta. Cuando hay que pagar facturas a veces y estamos ahogados a veces se fomenta esta mierda, sobre todo en tiempos de crisis.

Bayadère dijo...

Cuando lo escribía me acordé de ti, y de todos los problemas que te estaban montando en el curro, así que me alegro muchísimo de que, por lo menos, hayas cobrado, que ya era hora. A ver si los papeles no tardan en llegar...
Besos