domingo, 16 de noviembre de 2008

De exámenes a examen

Tenía miedo de haber perdido la práctica. Llevaba más de un año sin preparar exámenes, pero parece que esto es como lo de montar en bici, que dicen que nunca se olvida. Pero como no quería arriesgarme, y entre semana me veo siempre pillada de tiempo, empecé a meterme en los libros la semana pasada, incluyendo un sábado como los de mi época universitaria. Es decir, todo el día en casa, alternando estudio con descansos delante de la televisión, y una fugaz salida para comprar algo de cenar en el chino. Y aunque todavía me falta una nota por confirmar, ya me quedo tranquila sabiendo que no se me ha disecado la materia gris y que el tiempo dedicado ha sido muy fructífero.

Ha sido una semana "terrible" de nervios, que parecía que nunca acababa. Pero el jueves hice el último examen, y supuse que el viernes iba a ser mi primer día de relax. Y me equivoqué. Porque no han terminado los exámenes para mi, y es que me queda "el peor" de todos, el más esperado, y también el más temido: este martes tengo mi examen de ballet, de Advance 1, para más señas. Creo que durante este tiempo casi ni había pensado en ello porque se quedaba escondidito detrás de los otros, pero ahora que me he deshecho de ellos... ¡¡estoy más que nerviosa!! Y es que se trata de jugarse todo el trabajo de año y medio en apenas 2 horas, delante de una mujer que nunca te ha visto bailar, que no sabe cuánto trabajo hay tras los pasos que le muestras, y que nunca sabrá si el ejercicio no te sale porque no eres capaz de hacerlo bien, o porque los nervios y la tensión te impiden mantener las piernas firmes. Y en esas estoy, intentando que las ansias no me influyan a la hora de hacer la maleta para que no se me olvide nada: billetes del autobús, maillot, zapatillas, medias, horquillas, gomina, maquillaje, ropa de abrigo para Madrid... y los nervios creo que los voy a dejar bien guardaditos en el cajón de los calcetines.
Me gustaría explayarme más, pero tengo la cama plagada de cosas que meter en la bolsa, y una vez que ya he vuelto para dejar claro que no he desaparecido en combate, creo que dejaré los restos para un nuevo capítulo.
Nos vemos a la vuelta de Madrid. Traeré noticias (y tal vez una caja del Dunkin Donuts jeje)

2 comentarios:

Canichu, el espía del bar dijo...

no es el león ta fiero como lo pintan. Con más ánimo y te saldrá bien.

Anónimo dijo...

Ánimo y mucha suerte!!!

(Raquel)