La semana que viene tendrá lugar mi segundo viaje estival, aunque, siendo sincera, no puedo compararlo con Lanzarote. Pasaré unos días en "ese sitio" que todos o casi todos tenemos y que, sea cual sea, todos llamamos "mi pueblo".
Pero a mi no me sirve esa gente que habla de su pueblo, y luego llegas y te encuentras con 6 supermercados, cines, zona de bares... Yo hablo de un pueblo de esos de la España profunda, con caminos de tierra y piedras, 2 habitantes durante todo el año (en verano pueden ser más de 30) y un par de bancos metálicos verdes de la Caja Rural. Algunos igual ya dudaban de su existencia, pero puedo confirmar que todavía quedan unos cuantos, aunque el mío de los auténticos: las señoras pasean en zapatillas de casa, para comprar tienes que esperar al día en que viene el frutero/panadero/pescatero... con la furgona para vender, tan sólo hay teléfono en una casa (gracias por inventar el móvil), y podemos contabilizar unas 400 ovejas en el rebaño (más unos 4 mastines que más te vale esquivar)
¿Y allí qué puedes hacer? Pues respirar aire puro, andar a pata o en bici, aprovechar a que te dé el solete, andar, esperar a que venga algún familiar de visita y toque merienda sorpresa, pasear, coger el coche para marchar fuera, andar, y si te cansas, paseas. Así que para salir al paso si me veo desocupada, este año puedo llevarme el portátil. Pero claro, si en el pueblo tuviésemos Wi-Fi, perdería su encanto, así que me servirá para mejorar mi técnica en el solitario.
Aunque hoy se me ha abierto una pequeña ventana al mundo actual. He descubierto la existencia de unos pequeños locales subvencionados por el Gobierno para facilitar el acceso gratis a Internet en zonas rurales. Es decir, que en algunos pueblo más grandes que el mío han instalado los llamados Telecentros. Dejo la web por si alguien se ve en situaciones similares a la mía y teme olvidar el orden de las letras en el teclado. ¿Esto qué supone? Que no tendré media hora de limpieza de mails a la vuelta, y que si puedo, hasta podré atender, aunque con servicios mínimos, el bitácora veraniego. Si es que la globalización va a acabar afectando hasta a los fardos de paja... Aunque en su justa medida, no puede ser malo. ¿O si?
miércoles, 16 de julio de 2008
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2 comentarios:
JAJAJAJAJA, que te voy a decir de los pueblos de la españa profunda! mis suegros veranean (es un decir) en uno de esos, y yo tengo que ir una día al año obligada (soy urbanita, lo siento). Te paso enlace a un post de mi blog que te puede ser de gran ayuda:
http://raquel-gratistotal.blogspot.com/2007/10/julio-2007-estilismo-rural.html
¡¡Bienvenida Raquel!!
Gracias por visitarme, me siento afortunada por recibir visitas de bloggers "de alto standing" (ains, qué nervios jeje).
Leo muy a menudo tu blog, y me encanta por la forma de enfocar la moda, natural, curiosa y quitándole ese aire insustancial que le han otorgado "celebrities" varias. Siempre me da vergüenza comentar en un blog nuevo para mi, pero de vez en cuando ya dejaré mi huella por "Gratis Total". A propósito, felicidades por el merecido premio.
Como buena urbanita que también soy te agradezco tu colaboración, así que ya te contaré qué tal se me da lo de caminar con tacones sobre los pedruscos.
De nuevo, gracias por la visita!!
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