Como ya adelanté, mañana volveré a abandonar por unos días el blog, muy a mi pesar. Esta vez me llevo conmigo el portátil, pero me va a faltar la conexión a Internet, ya que con tener cobertura en el móvil podemos darnos por satisfechos. Eso es señores, voy a hacer lo que ahora los pijos llaman "turismo rural", es decir, lo que para lo demás es el “irse al pueblo” de toda la vida. Todavía tengo cositas que preparar y ya me han avisado que mañana salimos a las 9 de la mañana para llegar a un mercadillo cercano, así que seré breve.
Me gustaría contar antes de irme algo que me ha pasado hoy. He ido a la biblioteca municipal para llevarme un libro (estoy buscando opciones de ocio para sobrevivir a la tranquilidad pueblerina) y ha ocurrido lo que yo ya sabía: el libro que quería "La Elegancia del Erizo" está out. Así que, como contaba con tiempo, me he dedicado a algo que me encanta: curiosear las baldas en busca de algo que me llame la atención. Porque de repente un día te topas con un libro gordísimo que trata sobre Ikea, o cosas así... El caso es que es complicado andar leyendo títulos con el cuello torcido pensando que sólo por el título puedes adivinar una buena novela. He cogido dos o tres que he vuelto a guardar en su sitio tras leer la sinopsis, y a la tercera o cuarta leo "Los Dulces de mi Infancia". Curioso. Lo saco y veo ilusionada que en la portada hay una pequeña bailarina. Trata sobre una niña que nace tras "La Primavera de Praga", y que consigue entrar a formar parte del Ballet Nacional de Praga. A parte de que, en cuanto he leído "Ballet" he sabido que me lo iba a llevar, me gustan los libros escritos desde la perspectiva de niños pequeños, como "El Príncipe Destronado", o el estupendo "El Niño con el Pijama de Rayas", porque se les da una visión tan inocente hasta de las mayores atrocidades cometidas por los adultos, que te hace pensar muy-mucho sobre lo que pasamos a ser con el paso de los años.
El caso es que, aunque el libro no haya salido a la primera, me ha hecho ilusión encontrarlo, porque me he sentido como si estuviese en el Cementerio de los Libros Olvidados, de las novelas de Ruiz Zafón. Esa biblioteca enorme en la que tienes que elegir un libro que se supone te acompañará de forma especial toda la vida, y en la que, por algún tipo de razón, es como si el libro adecuado te eligiese a ti. Sé que suena un poco raro, pero a mi me gusta mantener viva la idea romántica de que lo que ocurre en películas y novelas puede llegar a pasar al lado de la realidad. Soñadora que es una...
Pues con el libro en la maleta me voy despidiendo hasta el lunes que viene, fecha en que regresaré al mundo del asfalto y las comunicaciones.
Saludos desde la campiña burgalesa.
2 comentarios:
Pues nada, bayadére. Aquí te dejo mis deseos de que lo pases muy bien, que disfrutes mucho del "Rural World" y sobretodo, que disfrutes y sueñes con ese libro que te llevas contigo y que estoy seguro te hará pasar muy buenos ratos de placer.
Un abrazo.
haces turismo rural y te llevas el prtatil... si es que se pierden los buenos modos...
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