domingo, 27 de septiembre de 2009

Arte de libre distribución

Ahora que me estoy convirtiendo en una gran conocedora de la Ley de Propiedad Intelectual de 1987, estoy empezando a temer acabar entre rejas en cualquier momento. Dicen que la ignorancia es la felicidad, y es que nunca imaginé que trasteando por Internet con algunos materiales pudiese estar tan al límite de la legalidad. Pero eso me pasa a mi... y posiblemente a todo el que utilice Internet. Ahí lanzo la advertencia.


Así que este vídeo me ha caído como un regalo del cielo. Una nota nos dice claramente que podemos compartirlo, enseñarlo, distribuirlo... siempre que no sea con fines económicos. Creo que nadie me está pasando dinero (aunque no seré yo quien le quite a nadie la ilusión de hacerme algún regalo o aportación económica), por lo que parece ser que esta vez estoy haciendo las cosas bien. Y encima, el vídeo derrocha arte y calidad en cada uno de sus segundos de duración. Eso ya es mucho más de lo que podemos decir sobre otros muchos vídeos que sus autores guardan con tanto celo. Pues ale, ahí se os atraganten vuestros derechos de autor.

viernes, 25 de septiembre de 2009

El tulipán, o la flor más cara de la historia

No entiendo la economía, y en cuanto al tema, lo único que me preocupa es ver que mi cartera apenas pesa. Bueno, realmente pesa mucho porque es enorme y la llevo llena de tarjetas que nunca uso. Pero el caso es que estoy cansada de oír hablar de la crisis, sus causas, las posibles soluciones... jo, qué "pesaos"!!!
Pero en medio de tanto jaleo me he encontrado con algo realmente curioso, y que cuando me lo empezaron a contar, pensaba que era una especie de coña. Pero no. Resulta que nuestra crisis es similar a la que sufrieron en Holanda hace la tira de años. Casi todo el país se vio hundido en la más asquerosa miseria por culpa de los especuladores, las re-ventas, el hinchamiento de los precios... sólo que en vez de comprar metros cuadrados, tierras, pisos y todas esas cosas que aquí nos pierden, allí fueron los tulipanes los que trajeron la ruina. ¿Tulipanes? Si, si, las flores. De hecho, se hace referencia a esa crisis como "Tulipomanía". Se ve que tener estas flores en un jarrón en tu casa significaba que eras un tipejo con categoría, y la gente empezó a comprar, y comprar... Se convirtió en una especie de enfermedad: alguno llegó a pagar unos 15.000 euros por 99 tulipanes, otro vendió su casa para comprar más flores, y a un pobre hombre lo encarcelaron por comerse por error un bulbo. Hasta que, como en todo cuento de fantasía, la burbuja se reventó de golpe, y entonces... todos a llorar!!
No voy a entrar en análisis ni comparaciones con la crisis inmobiliaria, porque ya he dicho que la economía no me apasiona mucho y no estoy capacitada para hacer un comentario decente. Solo que me ha parecido tan curioso... casi, hasta gracioso, de esas historias para comentar con los amigos mientras te tomas algo ("Oye, a que no sabes lo que pasó...")




Tal vez sea el momento de comprar unas semillitas....

sábado, 19 de septiembre de 2009

Sección de breves

  • Sólo hace semana y media que empecé las clases, y ya he tenido que hacer un trabajo sobre Gutenberg, otro sobre un grupo editorial, y tengo pendiente el de Aldo Manuzio. Además, sigo recopilando todo tipo de información imaginable e imágenes sobre calendarios, y ya tengo que hacer lo mismo con "La crisis del tulipán". Hacía mucho tiempo que no tenía tantos deberes. Hasta me hace ilusión...
  • El 5 de Octubre me reencontraré con todos mis abuelitos. Vamos, que tengo trabajo. Además, este año quieren presentar el taller de Pilates en Nagusi, una Feria para la Tercera Edad. Por lo que me han comentado, algunas están emocionadísimas con la idea, y ya deben andar pensando en comprar un chándal para ir todas iguales y lucirse ante todos los que estén por allí. ¿Dar una clase con público? ¿Seré la única que ya se ve muerta de vergüenza?
  • Desde antes de verano pensaba que tenía un tirón, o una nueva roturilla de fibras en el isquiotibial (que más o menos pilla... debajo del cachete del culo). Pero el descanso me lo empeoró, y ya era necesario pasarme por el fisio. Pues resulta que la lesión no la tengo en el muslo, sino a la altura del sacro, en la parte baja de la espalda. Y desde ahí, sumándole que tengo la cadera un poco descompensada, resulta que me está pillando el nervio de la pierna. Pues ale, otras 20 sesiones de rehabilitación. Además, tengo que dormir de costado con un cojín entre las piernas, y todas las noches ponerme hielo a la altura de los riñones. Vamos, una gloria.
  • Y por si el hielo no me enfría bastante, el invierno ha llegado de golpe. Aunque de manera cada vez más débil, todavía me resisto a rendirme a la evidencia: se acabó el veranito. Por eso, todavía llevo camisetas de tirantes (aunque con jersey y chaqueta), o zapatos de verano (aunque se me mojen los pies).
  • Lo primero fue una pequeña botella de HPnotiq, seguida de una funda para el casco de la moto. Y hoy mismo me ha llegado mi tercer regalo conseguido en concursos y sorteos a través de Internet: una camiseta de Skunk Funk. ¿Qué mejor que te regalen una camiseta de una tienda que te encanta pero que sabes que es demasiado cara para ti? Ojalá hubiese tenido la misma suerte con los Euromillones que había echado esta semana...

domingo, 13 de septiembre de 2009

Buscando soluciones

¿Cuánto tiempo llevamos sin que pase un sólo día en que escuchemos la palabra "crisis"? Yo no estoy segura, creo que más de un año, pero sea lo que sea, es ya demasiado. Y si además nos situamos a la vuelta de vacaciones... pfff es mejor no echar cuentas del dinero que ya ha volado.

Bueno, si hay algo claro es que de nada nos sirve lamentarnos, y es mucho mejor tomar estas bajadas para sacar el máximo provecho posible. Así, las revistas se llenan de trucos que nos enseñan a ahorrarnos unos euritos de las formas más sencillas y que, si somos un poquito inteligentes, podemos seguir usando cuando salgamos de ésta. En concreto, en la revista que tengo ahora delante no me cuentan nada nuevo: no dejar los aparatos en "standby", utilizar bombillas de bajo consumo, desenchufar los cargadores aunque no estén conectados los aparatos, utilizar el calor residual de las cazuelas y hornos, ir a hacer la compra con la lista hecha y no saltárnosla con caprichos... Pero sí ha habido algo que me ha gustado mucho y ha sido una lista de webs que parecen creadas para salvar nuestras vidas. La verdad es que no creo que yo (ni muchas personas) nos podamos aprovechar de esas ofertas o trucos, pero ¿no es genial que haya gente que dedique su tiempo a estrujarse la mollera para buscar soluciones originales? Aunque sólo sea por pasar el rato y curiosear, merece la pena visitar A Fin de Mes, Superando la Crisis, No lo Tiro o Sin Dinero. Y si con esto ayudo a alguien a amasar poco a poco una pequeña fortuna, yo también seré mucho más rica (espiritualmente, claro, porque en lo que respecta a la economía...)



** Ah, como dicen que "no hay mal que por bien no venga", resulta que el medio ambiente va a salir ganando con esto de la crisis. Porque vamos, que no me digan que ahora, de sopetón, a todos los supermercados les importa que sus bolsas contaminen el entorno. ¿A estas altura de la vida, señores, nos salen con estas? Lo que pasa es que habrán escuchado eso de la compañía aérea que se ahorró un pastón quitando una aceituna de cada ensalada servida en los vuelos, y a algún lumbreras se le ha ocurrido hacer lo mismo. ¿Con qué? Pues con las bolsas de plástico, por ejemplo. Bueno, en este caso mejor nos olvidamos de las causas y nos alegramos por el buen fin de la idea. Además, podremos lucir más ideales que nunca al ir al supermercado (ains, esas bolsuchas del súper eran de taaaaaan out...)

miércoles, 9 de septiembre de 2009

Vuelve la ilusión

"Volver a empezaaaaar otra veeeez..." que decía la pegadiza y repelente canción hace ya unos añitos. Dicho y hecho, más que nada porque no queda más remedio. Ayer volví a pisar el instituto, aunque todos sabemos que el día de la presentación apenas se tiene en cuenta. De todas formas, yo ya llegué corriendo, casi al filo de la hora, para recuperar todas las malas costumbres desde el principio. Por un lado, con la pena de saber que ya no volveré a pisar la playa (o cualquier otro sitio en el que pudiese pasar la tarde si no tuviese clase). Por el otro, con los nervios como cuando era más pequeña y llegaba al colegio llevando en la mochila la bata limpia y todos mis libros recién forrados. Hasta los más mayores mantenemos esa curiosidad de conocer a los nuevos profesores y saber de qué van las nuevas asignaturas. La verdad es que en poco más de media hora nos quedamos "a medias". Pero ayer por fin pude ver la luz.
Tras una año en el que (a pesar de haber estado muy contenta con mis estudios) empezaba a pensar que esto no me iba a llevar a ningún lado y que me había equivocado, he comprobado con gran alegría lo que yo me temía: el culpable de esos temores era el inepto profesor de turno. Cuando ni él mismo sabe por dónde le da el aire, eso se transmite, y todos los días iba a clase con la sensación de estar perdiendo mi tiempo.
Menos mal que no siempre es cierto eso de "mejor malo conocido que bueno por conocer", y esta vez estoy de suerte. Es una gloria escuchar a profesores que saben de lo que hablan, que te dejan claras unas normas para clase y de los que ya sé que puedo aprender y sacar provecho. Incluso hemos saltado a todo lo contrario al año pasado, ya que, de repente y en un sólo día, nos han hablado del futuro, de salidas profesionales, de la universidad, de másters, de prácticas, de becas Erasmus, de la bolsa de trabajo del instituto... Casi casi, estoy saturada de información.
Ay, cómo lo echaba en falta. Me refiero a esto de mirar hacia mi futuro laboral con ilusión y hasta con un poco de esperanza. Sobre todo si en tu primer día de clase te ponen este vídeo promocional. Vaaale, cualquiera que haya investigado un poco en el mundillo de la publicidad sabrá que cuando algo lleva la etiqueta "promocional", tal vez no sea muy fiable, pero... qué narices!! Estoy contenta con mi vuelta a los libros. Ya noto la motivación corriendo por mis venas.

domingo, 6 de septiembre de 2009

Cambio euros por buenos recuerdos

¡Ay, pero cuánto cerradito de mente hay por ahí! ¿Por qué hay tan poca gente que comprenda que no siempre el dinero es lo más importante? Generalmente, ¿qué es lo que nos produce más alegría: mirar la cartilla del banco, o recordar días especiales que hemos pasado, viajes, fiestas...? Mira que hoy en día no está el tema como para andar rechazando "chines", pero ese no es el tema.
Si bien es verdad que esta vez me he vuelto de Valladolid con algo de dinerito bajo el brazo, cuando acepté ir yo no contaba con cobrar nada, y seguía con la misma idea hasta que, ya en el camino de vuelta a Bilbao, una de mis compañeras abrió un sobre que nos dieron y que pensábamos que tendría un CD con el vídeo de la gala. Se agradece (y mucho), pero dentro de un tiempo ya no recordaré ni la cifra.
Lo mejor de todo me lo quedo yo, y no me hace falta ninguna hucha ni caja para guardarlo. Y seguro que no se me va a perder, ni nadie se lo va a llevar. Una gran satisfacción personal. Por el trabajo hecho y por los buenos recuerdos. Sobre todo si son cosas que no todo el mundo tiene oportunidad de disfrutar, porque (no lo vamos a negar) a todos nos gusta sentirnos un poco "especiales" en algún momento.
Gente que cobra por su trabajo hay mucha, pero... ¿cuántos pueden decir que han compartido camerino (bueno, o caseta para cambiarse de ropa) y cocktail-cena con Angel Garó? ¿Y que éste mismo famoso les ha felicitado por su trabajo para luego invitarles en persona al estreno de su obra teatral? ¿Cuántas chicas querrían ser maquilladas por estilistas de la Pasarela Cibeles? ¿Cuántos han podido conocer a Míster Universo y otros modelos-que-quitan-el-sentío, que además les han estado mirando con cara de alucinados mientras ensayaban y calentaban, en vez de ser al revés? ¿Cuántas veces puede ocurrir que se te acerquen personas que no conoces, el alcalde, una diputada... para sacarte los colores entre halagos? ¿Cuántos quisieran ver su nombre en deferentes diarios de Internet (El Día de Valladolid, El Mundo, El Norte de Castilla 1, El Norte de Castilla 2) con fotos y vídeo incluídos, aunque sea de forma casi imperceptible?
Eso, como dice el anuncio, no tiene precio, y es algo que estas tres bailarinas seguro guardarán a buen recaudo. Todavía soy joven y me queda mucho por aprender, pero no creo que haya nada mejor en la vida de una persona que estas sensaciones que te hacen sentir que, de alguna forma, has crecido un poco más. Soy consciente además de que, dentro del mundillo de la danza, sigo siendo una "doña nadie", que no se me puede considerar una bailarina profesional, ni mucho menos. Aunque haya gente que hable como si lo fuese. Y precisamente por eso he vuelto tan satisfecha de este viaje, porque sé cuál es mi sitio, y desde aquí veo esos detalles como grandes premios que el destino me ha puesto delante de las narices. No sé si me los merezco, pero en situaciones como ésta, todos nosotros sólo podemos hacer una cosa: vivir al 200%, para que el día de mañana podamos recordarlo todo con una gran sonrisa y satisfacción. Eso es lo que nos queda.