sábado, 21 de marzo de 2009

Un año de Bayadère

¿Quién no ha oído a su madre quejarse sobre lo rápido que le han crecido los hijos? Un día estaban arrullando a una pocholada de nena, y en un momento ya han pasado 17 años y empieza a recordar con nostalgia los días en que la ayudaba a dar sus primero pasos.

Pues en esas estoy yo hoy: miro a la criatura y no me parece posible que ya haya pasado 1 año desde que Bayadère publicó su primera entrada. Me carcomían los nervios, y no terminaba de acostumbrarme a esta especie de doble vida. La vergüenza me desbordaba cada vez que pulsaba el botón de “Publicar”. ¿Qué iba a contar yo para que las pocas visitas que recibía no pensaran cosas demasiado penosas de esta torpona internauta?

Todo el mundo sabe lo importante es un buen titular, que llame la atención para que la gente no pase de largo. Vamos, que si les va a parecer un bodrio, que sea con razones, tras haberte leído por lo menos durante 5 minutos... y para eso, se necesita esa frasecita que engancha. Yo, tras pensarlo varios días, voy y la pongo en inglés. Porque yo lo valgo, y porque se ve que ni yo misma me hago caso. Bueno, y porque el título en sí me gustaba, pero en castellano creo que quedaba bastante mal: "Bailando como si nadie estuviese mirando" no tiene feeling (toma ya, expresión cool) y el inglés siempre suena mejor. Eso, o que no nos enteramos de lo que se dice realmente. El caso es que tenía claro que ése iba a ser mi título-reclamo, tirando a declaración de intenciones. Es posible que algunos todavía no le hayan encontrado el sentido, así que, tras 365 de existencia, aquí llega la explicación: en alguna ocasión ya expliqué cuánto disfruto bailoteando por casa cuando estoy sola. Y es que creo que cuando no sentimos las miradas de juicio de los demás, cuando nos permitimos el lujo de quedarnos a solas, salen de nosotros muchas cosas interesantes, que nunca hemos mostrado ni mostraremos al resto. No entro a asegurar si eso es bueno o malo, pero lo que yo quería con esto era ser capaz de soltar muchas de esas cosillas que retuercen nuestras mentes mientras vamos en el metro mirando a la nada, cuando intentamos centrarnos en una aburridísima conversación, o cuando estamos intentando conciliar el sueño. Eso es lo que quería trasladar a esta bitácora, donde siempre escribo mientras estoy sola en mi cuarto. A pesar de esta aparente privacidad, sé que no le puedo poner un candado como a un diario, y que además lo lee gente que me conoce, y que hasta sabe a dónde puede venir a reírse de mí en mi cara. Pero intento olvidarme de eso para seguir aporreando las teclas sin esas presiones externas que nos cohíben. Luego me muero de vergüenza cada vez que alguien me dice: "pues he leído en tu blog..." Pero al de un rato se me bajan los colores, y siempre acabo volviendo.

No sé muy bien qué me lleva a seguir sacando esto hacia delante: no he conseguido darle una temática concreta, es como un cajón-desastre donde cuento mis cosas sin pena ni gloria, me absorbe un tiempo muy escaso en mi vida, y a veces, hasta horas de sueño... y ni siquiera recibo una remuneración económica a cambio del esfuerzo. Pero sí que sigo encontrándome con vuestros comentarios y respuestas, y por eso ya cuento con 1 año de bloggera a mis espaldas (quién me lo iba a decir...). Porque, aunque me gusta imaginar que nadie lo va a leer, lo cierto es que no tendría sentido de no ser por vosotros. Está claro que sino, me hubiese comprado el cuadernito con candado.


Sigo sola en mi cuarto, escribiendo sin nadie que mire la pantalla por encima de mi hombro, y bailando cuando sé que nadie me mira. Gracias a todos los que me veis sin que yo lo note.

1 comentario:

Falete dijo...

PUES... HE LEIDO EN TU BLOG... O MÁS BIEN HE VISTO EN EUSKAL TELEBISTAAAAAA QUE ERES PRECIOSA jajajaja, y me da igual que te de vergüenza porque es la verdad.
queda muy bien el titulo en inglés, a menos que quisieras poner algo así como ''bailando a ciegas...''
besos y musus varios