miércoles, 17 de junio de 2009

Colorín colorado...

Cuando somos suficientemente pequeños, nos dormimos escuchando esos bonitos cuentos que nos hablan de princesas y príncipes poniéndose felizmente de perdices hasta las trancas, de malos que siempre salen perdiendo, y de pequeños contratiempos que se solucionan a golpe de varita mágica.

Esta magia es maravillosa, y es una gran alegría ver cómo vive en los niños. Más que nada, porque según nos vamos echando años a las espaldas, empezamos a ver (en demasiadas ocasiones) la cara sucia de la moneda. Y se nos ocurre ponernos a pensar en eso de que "los cuentos, cuentos son", y somos capaces de ver (aquí) a la princesa Jasmin inmersa en la guerra de Oriente Medio, a la Bella pasando por numerosas operaciones estéticas, o a Rapunzel sin su larguísima cabellera a causa de una grave enfermedad. ¿De verdad es esto lo que queremos? ¿No era todo mucho más bonito cuando eramos un poquito más inocentes? Tenemos tanto que aprender de los más pequeñajos...

2 comentarios:

Falete dijo...

Anda ya, si todavía nos están contando cuentos y nos dormimos a la hora de votaaaar, puaj...
Pero sí, estaba cachondo eso de fueron felices y comieron perdices.. muak

Lara dijo...

Tanto y más tenemos que aprender de ellos... de su forma de entender la vida... de su filosofía... y pensar que muchas veces son despreciados y no son tenidos en cuenta... ¡El mundo a revés!.. que también parece de cuento