sábado, 29 de agosto de 2009

Agujetas rutinarias

Me corrijo a mi misma. Lo que marca el final de mis vacaciones veraniegas no es la Marijaia quemándose al terminar la Aste Nagusia bilbaína, sino las agujetas (esa gran señal que me recuerda la vuelta a la rutina). Y mi cumpleaños, mira tú qué bien.
El caso es que este año, los dolores se han adelantado y, de momento, no creo se trate del reúma típico de la edad. Lo que pasa es que a nuestro cuerpo le pasa lo que nos pasa a todos: que a lo "malo" nos acostumbramos enseguida: a dormir hasta tarde, a vaguear... Y ojalá costase igual de poco volver a lo de antes, pero eso nunca pasa. No nos gustan el despertador, las prisas ni las obligaciones. Y está claro que a nuestros músculos, que han pasado casi 2 meses recalentándose al sol y aflojándose en contacto con la toalla playera, no les hace gracia verse otra vez en tensión y trabajando. Y protestan. Normal, ¿no?
Ahora, el que yo sepa que es normal, no quiere decir que me haga una pizca de gracia que las piernas, los glúteos y los costados estén colapsados de agujetas. Ay, pero parece que molesta menos si pienso en el viaje a Valladolid, y en que nosotras estaremos más frescas que unas lechuguitas mientras el resto sufren a partir de este 1 de Septiembre.
Bueno, el caso es que cuesta volver a madrugar y tener que ponerse "a tono" (tanto que he pasado un par de días un poco desanimada y nerviosa, pensando eso de "¿quién me mandaría a mi...?" ) pero me hace mucha ilusión este viaje, del que nos vamos enterando de detalles poco a poco. Que si la gala la presenta Angel Garó. Que si la emiten en la televisión autonómica. Que si os van a maquillar las maquilladoras de la Pasarela Cibeles.
Que si hay que sacar, aprender y ensayar una coreografía nueva de más de 5 minutos en apenas unos días... Bueno, digamos que el fin justifica los medios. O por lo menos, las agujetas.

1 comentario:

Canichu, el espía del bar dijo...

tu ejercicio diario como bailarina te quitará las agujetas antes que al resto de mortales.