domingo, 15 de noviembre de 2009

Juegos de niños

Estoy aburrida de estudiar, y como una es de distracción fácil, me he permitido encender un poco el ordenador y ponerme a fisgar algunos blogs. Así que, como quien no quiere la cosa, en NoQuedanBlogs me he encontrado con un Trivial. La verdad es que, a mi, lo que más me ha gustado siempre es poner y quitar los quesitos, así que la versión on-line se me queda un poco coja, pero como no hay más... ¡Perfecto! Y encima resulta ser un "experimento" que fomenta la batalla hombre-mujer. Vamos, que a ver quién es más listo... El caso es que no soy partidaria de estas comparaciones, pero teniendo en cuenta que las mujeres vamos en cabeza... Bueno, sea como sea, para pasar el rato todo sirve.
Ahora me estoy dando cuenta de cuánto echo en falta esas tardes que pasaba de pequeña en casa jugando con mi hermana o mis padres o cualquiera de los muchos juegos de mesa que teníamos por casa: La Herencia de Tía Ágata, el Cluedo, Tabú... Pero a mi me encantaba el Hotel, una especie de Monopoly en el que tenías que ir levantando tu imperio hotelero. ¡Qué recuerdos! ¡Qué tiempos aquellos!...
...¡Qué cosas nos empiezan a meter por los ojos en nuestros años mozos! Porque luego nos extraña oír hablar de políticos corruptos, de burbujas inmobiliarias, de lo caro que está el precio del metro cuadrado... y resulta que apenas sabemos sumar y ya andamos pensando en como chorizar unos billetes de papel a la banca sin que el compañero de al lado se entere. Me he dado cuenta de ésto hoy mientras desayunaba delante de la televisión, al ver un anuncio del Monopoly. La próxima vez, prestad un poco de atención, y veréis que no se diferencia tanto de lo que podríamos escuchar en la sección de política de un informativo. Tal vez este año hubiese sido buena idea lanzar un nuevo juego educativo, algo así como "¡Sal del agujero!" o "No pierdas tu empleo". Hay que ver, hasta el mundo infantil es cada vez menos infantil. ¿No creéis?

1 comentario:

Falete dijo...

jajajajajajaja buenísimo Baya (vaya!!)!!!
Mis hermanos y yo, en aquellas grandiosas noches de monopoly (una partida llegó a durarnos 3 días), decidimos imprimir a color un billete nuevo, de 10.000, que era de color amarillo. Lo recuerdo perfectamente... y teniamos un mamoneo con trincar la caja de refilón...

Lo has clavao!! jaja, sin duda alguna el trivial nunca aburre, así que cuando tú quieras patxina, estoy preparado para una batalla mujer-hombre, besines!