sábado, 31 de enero de 2009

Siguiendo el camino de la alfombra roja (I)

Hace días que no duermo, y es que tengo un problemón... Resulta que me ha llegado, a través de Chic o Chuc, una invitación para lucir palmito en la alfombra más pisoteada y flasheada de la historia mundial. ¡¡Que me voy a la ceremonia de los Oscars en Hollywood!! "Que suerte", pensarán algunos distraídos. Pero si alguien se detiene a analizar la situación, esto es como los bombones de licor: que te los metes a la boca con gran emoción, y al morderlo, se te chafa la ilusión (por lo menos a mi, que los aborrezco).
Todos hemos sufrido alguna vez eso de abrir el armario para contemplar y re-contemplar las montoneras de ropa sin saber qué coger. ¡¡Y eso que sólo vamos a bajar a tomar un café con la gente de siempre!! Así que si cambiamos nuestro barrio por la meca del cine mundial, y a nuestros más que vistos (aunque siempre queridos) seres cercanos por Johny Deep, el asunto es peliagudo. Porque las cosas, si se hacen, hay que hacerlas bien, y yo tengo que ser la tipa más estupenda de todas.
Pero yo soy una mujer con recursos, y no puedo paralizarme con la presión. Así que me he puesto en marcha y ya he salido de compras. Como en Bilbao no tenemos grandes Boutiques, he desempolvado mi jet privado y he pasado el día en Milán (hoy me he levantado con ganas de moverme, y ya de viajar, no me voy a quedar sólo en París) Lo que pasa es que soy más indecisa que aquella que era muy indecisa, y con tanto lujo... a mi me salen decimales. Me he probado muchísimos vestidos, no tengo tantas galas como para lucirlos todos, y voy a tener que terminar por decidirme por uno. Así que me concedo un periodo de reflexión para ir descartando posibilidades poco a poco. De momento, como soy "clienta de las de fiar" en casi todas las grandes casas (algo de lo que ya no puede presumir ni Winona Ryder) me he vuelto con fundas de vestidos colgadas hasta de las orejas. Así, me los pruebo en casa, pido opinión a la family, me los vuelvo a probar, me paseo por el pasillo y voy ensayando con los tacones.
Pero es una pena tener que quedarse sólo con uno, así que para no menospreciar a los no-seleccionados, voy a ir mostrando los que se quedan por el camino. Más que nada porque estos vestidos no son ropa, son verdaderas obras de arte. También podéis opinar sobre cuál os gusta más o menos, e incluso, como ya hay "confi", hasta voy a dejar que critiquéis mis decisiones. Pero sin cebarse, ¿eh?
Bueno, antes de empezar, y como se ve que la de las fotos no soy yo, quiero aclarar que es simplemente porque tengo la cámara sin batería, pero que nadie dude de que todos estos vestidos ya forman parte de mi armario. No uno ni dos, sino todos, por supuesto.
Está claro que todas queremos destacar, pero esta vez no quiero que toda la responsabilidad recaiga en un vestido de esos que se ven a distancia. Además, en los Globos de Oro nos sientan en grandes y espaciosas mesas redondas, pero el teatro Kodak tiene los típicos asientos en hilera y no quiero ahogar entre tules y cancanes a mis acompañantes, así que he empezado por descartar estos grandes modelos (los guardo en el armario a la espera de poder lucirlos en alguna boda real o así):
*CONSEJO: está claro que las fotos y yo nos llevamos mal, así que se ven pequeñas, pero los detalles son dignos de admirar, así que os recomiendo que pinchéis en las fotos para verlas más grandes.





Los 3 primeros son de la colección de Alta Costura Primavera-Verano 2009 de Elie Saab, el 4º corresponde al desfile "Cruise" de Dior, y los restantes también de Alta Costura Primavera-Verano 2009 de Dior.

Además, mis detectives privados ya se encuentran en marcha por todo el mundo, y me han comentado muy a tiempo, que algunas de las asistentes ya se han hecho con algunos vestidos que figuraban en mi lista, pero que de momento los voy a dejar en la percha. Para evitar cosas de esas, en cuanto tenga decidido en cuál me voy a enfundar para la gran gala, me encargaré de que no se venda ni un solo ejemplar más. Por lo menos hasta que pase el 22 de Febrero, que luego ya...





Todos ellos de Alta Costura Primavera-Verano 2009 de Elie Saab.

Penélope Cruz ya me ha llamado para intentar sonsacarme detalles sobre mi vestido, joyas, zapatos... pero al enemigo, ¡¡ni agua!!

miércoles, 28 de enero de 2009

Memories

Cada uno busca la inspiración donde puede, y a mi a veces me llega personificada y con la cara de mi prima. Bueno, sólo espero que no venga a pedirme dinero por eso de la propiedad intelectual...
Esta vez se trata de una canción, con su respectivo vídeo, que yo ya tenía olvidada, pero se ve que ella no. Supongo que será por la maravillosa voz de la cantante de Within Temptation, pero a mi todavía se me ponen todos los pelillos del brazo de punta... Lo curioso es que, las primeras veces que escuché esta canción, con los cascos puestos y seguro que viajando en el metro, a mi aburrida cabeza le daba por pensar: "Si esta canción fuese mía, yo grabaría el videoclip en un caserón abandonado al estilo de "Los Otros", o en un viejo castillo, todo rodeado de un ambiente gótico de esos que gastan estos grupos de rock..." Después de entrar en Youtube y ver el videoclip, decidí no denunciarles, pero sólo porque el resultado me gustó mucho. Espero que a vosotros también.

martes, 27 de enero de 2009

Mejor prevenir que no salir nadando

A perro flaco, todo son pulgas. Y a vecinos que acaban de volver a sus casas hace apenas un mes tras la inundaciones de este verano, les toca volver a achicar agua. No quiero meterme en jaleos, pero... ¿de verdad que las autoridades competentes no podían preveerlo? ¿No se supone que hay gente en ayuntamientos y diputaciones que trabajan buscando formas de cuidar a sus ciudadanos? ¿O igual prefieren pasar las horas laborales entrenando al solitario del ordenador?
Bueno, tampoco voy a criticar demasiado, que (aunque me siento un poco mal admitiéndolo así) estas inundaciones me han venido de maravilla. No me ha tocado sufrirlas, sino disfrutarlas. Me explico con lo que he leído este mediodía en la web de mi instituto:


Así que gracias a que alguien colocó en su día un instituto en primera línea de playa (ay no, de ría) yo hoy he tenido la tarde "libre". Me ha faltado tiempo para buscar algo con lo que ocupar la falta de clases con mi profesor tomatero. He rogado un hueco en la interminable lista de espera de mi dermatóloga para que me dijera por qué me salen ampollas y heridas en la cara. Eczemas, herpes y una pomada con cortisona. También he podido aprovechar para hacerme con un regalo de cumpleaños que, de no ser por la asquerosa lluvia, hubiese tenido que comprar de carrerilla el jueves o viernes a primera hora de la mañana. Y por fin, a casita a estudiar, que no queda mucho para los exámenes.

sábado, 24 de enero de 2009

Un cofee, plisss

No es lo mismo. Mi comida preferida del día es el desayuno, y sin un buen cafelito, desde luego no es lo mismo. Te despegas las sábanas con espátula, te acuerdas de toda la familia del inventor del despertador, miras por la ventana a ver si llueve (en Bilbao seguro que si), y echas a andar por el pasillo con las marcas de la almohada todavía en la cara y la legaña pegada. Por no hablar de los pelos look-casual que todos lucimos... Está científicamente demostrado que es imposible empezar bien el día desde el primer segundo. Pero entonces, ¿qué pasa? Que llega ese cafecito del desayuno que te espabila (bueno, casi siempre, o eso se supone), y entonces hasta te ves mejor peinada. Luego llegará el del mediodía, que te ayuda a afrontar la tarde que todavía nos queda por delante y, en el caso de inmunes a la cafeína como una servidora, el de la noche para dormir más a gustito. Vamos, que el café es un gran invento terapéutico sin el que muchos no seríamos más que un trapillo.
Pero sigue sin ser lo mismo. Porque no es lo mismo un "café" soluble aguado, que uno bien preparado en una cafetera mínimamente aceptable. La cosa mejora mucho si tiene espumita, y un poquito de crema para comer con la cucharilla antes del primer sorbo. Y éstos son los mejores remates para degustar el mejor café del mundo, que he descubierto en una web gracias a Mira y calla:



Sin duda, un buen jersey de lana es la mejor manera de conservar el calorcito. Qué gustirrinín...






Con indicador para pesimistas crónicos.
("este vaso ahora está medio vacío")








Es genial que alguien te prepare el primer cafelito de la mañana y te lo lleve a la cama. Pero ya de hacerlo... ¡¡asegúrate de que está a tu gusto!!





A algunos un solo café se nos queda corto.
(aunque no sé cómo se hace para no tirarte el resto por encima, que yo lo que quiero es beberlo...)


Por si te cuesta pillarle el punto a la proporción de café-leche que más te gusta, nada mejor que un colorímetro. Acuérdate de cuál es el tuyo.






Lo mejor es que si se te rompe, tan sólo tienes que echar mano de esa vieja cámara réflex que apenas usas.







El café que te enciende tanto que te puede quemar la lengua (ojito...)





Desayuno para llevar en una sola mano. Aunque si acostumbras a desayunar más galletas o cereales, creo que no te sirve de mucho...








Por si tienes una especial predilección por los cafés de máquina y sus potrosos vasos. Pero con más estilo, claro.






Hay que tomárselo todo con una sonrisa, que es mucho mejor. Aunque la taza sea la mitad.

Es un placer degustar hasta la última gotita. Pero no dejes que nadie te la robe.






Un café triple, pero no es lo que muchos pensaríamos en principio... Sólo para personas poco torpes.





En las cafeterías siempre pides un cortado, pero a la hora de hacértelo tú en casa, nunca te queda igual. Hasta este momento.

viernes, 16 de enero de 2009

Gané

Creo que todos nos hemos escondido alguna vez tras el monitor de nuestros ordenadores para reírnos por lo bajo de las desgracias que otros sufridos bloggeros dejan por aquí. Y bien, hoy ha llegado mi momento.
Y es que llevo dos días de lo más fructíferos. Como si llevara años preparándome para no quedar en ridículo en las Olimpiadas de Patosos con Afán de Superación. Todavía me falta conocer el fallo del jurado (formado por un Stitch de peluche y una osita con tutú, por ejemplo) pero ya he hecho hueco para mi galardón.
Ayer me fui de rebajas. A las del Carrefour, claro, que tenían la segunda unidad al 70% de descuento. Así que le ofrecí al pariento invitarle mañana a cenar (un bocata o así...) a cambio de que me llevase hasta el reino de las ofertas. Y allí nos plantamos, llevando bajo el brazo el catálogo-índice que nos iba a llevar hasta los productos "anti-cuesta de Enero" (está claro que no te van a rebajar las chuletas con Eusko-Label ni los yogures con sabor a trufas de La Lechera). Mientras completábamos los 1.500 metros-carrito, comprobamos que no quedaba ni una sola botella de aceite ni los paquetes de 32 rollos de papel higiénico. Pero completamos el resto de la lista y nos fuimos a la cola. Justo delante estaba una señorona que había creído oportuno colocarse todos sus colgantes y pulseras pulseras y maquillarse como un portón viejo para ir al supermercado, por si coincidía con algún promotor de aceitunas guapetón, supongo... Y como no lo encontró, decidió descargar su frustración conmigo, gritándome por mover un poco su carro, que yo, por más que lo miraba, juraría que estaba vacío. Pero bueno, el caso es que un rato más tarde, con mi medio metro de ticket en la mano, lo revisé y vi que no me habían hecho todos los descuentos que yo esperaba. Y es que, en mi infinita torpeza y despiste, había cogido unos quitaesmaltes y unos paquetes de pechuga de pavo de diferentes tamaños y pesos a los del catálogo, con lo cual, no les aplicaron el descuento. Así que me vine a casa con mi rebote, unos vales de reserva para recoger las botellas de aceite y los rollos de papel cuando los reciban, y unos quitaesmaltes que sin el descuento resultaron caros.
El resto del día pasó de forma normal, pero necesitaba acabarlo a lo grande. Una pena que el resto de la familia ya estuviese durmiendo y no pudiesen verlo. Pero como es suficientemente vergonzoso, ya lo cuento yo en público: tiré mi cepillo de dientes al váter. Simplemente, levanté la tapa y lo tiré dentro. No sé muy bien por qué, por inercia y estupidez, supongo. Me desmaquillé, levanté la tapa y tiré el algodón. Luego me lavé los dientes, me enjuagué la boca, aclaré el cepillo, levanté la tapa, y lo tiré. Vamos, lo más normal del mundo si no hubiese sido porque escuché el ruido que hizo al chocar contra la loza. Entonces me quedé pensando: ¿de verdad acabo de hacer lo que he hecho? Si, yo soy así.
Hoy, un post-it en mi calendario me recordaba que tenía que ir a Correos. Parecerá de lo más tonto, pero nunca había mandado un paquete, y temía meter la pata. Me he plantado allí con los cachivaches y un sobre con varios sellos que mi tía me trae de su oficina (creo que eso de llevarse el material es ya deporte oficial, ¿no?). He pagado 1 € por el sobre y cuando me ha tocado acercarme a la ventanilla, le he comentado al funcionario-de-Dios que no tenía ni idea de cuántos SELLOS necesitaba poner, y por eso esperaba sus indicaciones. Y recalco la palabra SELLOS. Me ha hecho rellenar el papelito del certificado, ha puesto algunas etiquetas y me ha dicho que tenía que pagarle algo más de 6 leuros. Mientras sacaba la cartera, he comentado para mí misma: “Jo, yo que me había traído un montón de sellos y todo…”
-“¿Qué tenías sellos?” me dice entonces. “Si me lo llegas a decir antes de poner las pegatinas estas, me podrías haber pagado con ellos, en vez de en efectivo”.
En ese momento, hasta yo misma hubiese pagado todos los sellos que llevaba encima para ver mi cara de “espero que me estés tomando el pelo”. Y es que en estos momentos en que aprecio cada céntimo que entra en mi cartera, y que hasta he decidido reducir mi consumo de chicles por eso del ahorrar poco a poco, me ha sentado un poquito mal.
¿Alguien se atreve a arrebatarme mi primer premio a la torpeza natural?

miércoles, 14 de enero de 2009

"Achmed, The Dead Terrorist"

Tengo entendido que no es recomendable hacer humor sobre musulmanes, pero este pequeño terrorista dice que no lo es, así que... ale, a reírse todo el mundo!!! Que si no sus reís tos... I KILL YOU!!

(Gracias Reichuk por ponérmelo tan fácil. ¡¡Esta entrada va por ti!! XD )

viernes, 9 de enero de 2009

A mi me sobran las palabras

¿En qué nos fijamos para elegir a nuestra pareja? ¿Y a nuestros modelos a seguir? Puede que sean ellos los que nos encuentran a nosotros (toma frase profunda...)
Más o menos eso fue lo que me paso hace varios años, cuando leí en el libro de Lenguaje del colegio un fragmento de "Ética para Amador". Nunca había oído el nombre de Fernando Savater, pero ese año pedí el libro a los Reyes Magos. Y me lo trajeron.
La verdad es que sigo sin saber mucho de él, y no le sigo con fervosidad (no me las quiero dar de lo que no soy), pero cada vez que le encuentro por casualidad al otro lado de la televisión, siempre me quedo plantada escuchándole, y me hace mucha ilusión leer una entrevista, o un pequeño artículo suyo. Y es que mira que sólo me compro alguna revistilla cada... (pufffff)... pero hace poco me ha alegrado encontrarme con una estupenda entrevista a este filósofo, escritor, y ahora ganador del Premio Planeta.



Al oír su nombre, lo primero que se me viene a la cabeza es su crítica a lo que llama "nacionalismos excluyentes", lo cual le ha servido para ser uno de los blancos de la banda armada por excelencia. Pero a pesar de llevar siempre las espaldas cubiertas por 3 maromos, vaya donde vaya, no se ha acobardado para nada.
Admiro su entereza, valentía, raciocinio... En pocas palabras: merece la pena, y mucho, escuchar lo que este hombre tiene que decir. ¿No os pica la curiosidad saber algo sobre un hombre que dice ser "un buen maestro porque soy bastante ignorante. Los grandes sabios son malos profesores"? Nos ofrece varias de esas citas que mucha gente acabaría poniéndose de nick en el Messenger, o la escribiría en alguna página de su agenda escolar o de trabajo. Yo, personalmente, prefiero escribirlas en post-its de colores y pegarlas en el calendario o en las baldas del cuarto. Y es que en algunos momentos nos viene bien pararnos un momento, hacer un paréntesis en nuestras automatizadas vidas, para darnos cuenta de que "la suerte es algo que tenemos todos, y depende de cada uno transformarla en buena o mala".
Hay personas que no necesitan que nadie de la cara por ellos, porque se bastan solitos. Y creo que no es necesario que yo diga nada más sobre este gran hombre, sobre todo cuando él tiene cosas mejores que contarnos. Ya me diréis si alguna de ellas ha pasado a formar parte de la antología de vuestras agendas personales:


  • Creo que esto de la vida es una broma, pero no tan pesada como para que empiece de nuevo (en respuesta a si piensa que algo espera tras la muerte).

  • Siempre he pensado que lo ideal es tener gustos sencillos y una mente compleja. En cambio, yo veo que la gente a mi alrededor tiene placeres muy sofisticados y una mente como la de los reptiles.

  • Lo importante no es el primer libro que lees, sino aprender a leer. Ésa es la gran puerta, a partir de ahí has entrado en el paraíso.

  • La palabra "libertad" sí existe en Euskadi, y los que más la manejan son los que impiden que exista la cosa para todos los demás.

  • El nacionalismo en general es imbecilizador, aunque los hay leves y graves, los del forofo del alirón y el que se pone el cuchillo en la boca para matar. Hay gente sin conocimientos históricos, el nacionalismo atonta y algunos son virulentos. Afortunadamente en Cataluña la situación es diferente a la del País Vasco, aunque esa minoría es una alarma que nos dice que algo hay que hacer. El nacionalismo es una inflamación de la nación igual que la apendicitis es una inflamación del apéndice.

  • (Pregunta: Si yo le digo la palabra "ojalá"...) Ojalá yo pudiera llegar a ver el fin de la violencia en el País Vasco.

jueves, 8 de enero de 2009

¡No me han dejado jugar!

Estoy agotada. ¡Madre mía, pero si acabo de estar de vacaciones! Pues igual va a ser eso... Si es que hay que gastar muchísima energía en digerir las inmensas cantidades de dulces con que me he alegrado el cuerpo estas Navidades. Igual que para conseguir que las viejas asesinas con paraguas me dejen cojer un par de caramelos en la cabalgata de Reyes, y para jugar con unos pequeñajos que enloquecen entre tanto regalo (ais, estoy mayor para estas cosas), y para las luchas por avanzar en esas ratoneras que algunos seguimos llamando "tiendas", para aguantar hasta las 10 de la mañana con los tacones de Nochevieja... ¡¡Y a pesar de todo he engordado!! Aquí falla algo, pero estoy demasiado cansada como para ponerme a hacer cuentas...
También me agota tener que entenderme a mi misma, y es que ésto sería más sencillo si tuviese desdoblamiento de personalidad. Pero como no es el caso, me quedo yo sola con todo mi caos. ¿Por qué, si llevo todas las vacaciones deseando volver a lo de siempre, me tiene que dar por pillar la morriña ayer a las 6 de la tarde? ¿Por quéeeeeee? Tal vez porque sé que se acabaron esas comilonas descontroladas al más puro estilo Homer J. Simpson, y porque no he tenido tiempo para estrenar todos mis juguetes. Siiii, que se ve que este año no han retenido mi carta en la frontera, y parece ser que cada vez que yo hacía una trastada, el periscopio de los Reyes de Oriente estaba vigilando a otro infeliz, porque han sido buenos conmigo. Unas entradas para ver el Circo del Sol en Marzo, unas planchas para el pelo, un cómic de Lenore, un bolso, algunas chucherías... son una gran recompensa para lo buena que he sido. Mmmm, bueno, dejémoslo en "recompensa" a secas. Todavía estoy descubriendo cómo funciona el juguetito estrella: una tableta gráfica. Se utiliza sobre todo para temas de diseño gráfico, con lo cual espero sacarle partido, pero de momento lo único que he hecho ha sido sustituir el ratón por el bolígrafo digital y escribir frases estúpidas en el Word. Bueno, y también el principio de estas líneas, aunque he desistido hace un rato porque todavía soy vergonzosamente lenta y torpe.
Ale, el peor día creo que ha pasado ya (¿no?) y he superado estupendamente la pereza de tener que guardar los restos navideños en cajas hasta el año que viene. Nunca perdamos la esperanza de que la nieve nos regale algún otro día de vacaciones, y si piensas ir a las rebajas... mi más sentido pésame.

martes, 6 de enero de 2009

Vaya con los Reyes...

Ahora entiendo por qué nunca llegaron a traerme la autocaravana de Barbie...

domingo, 4 de enero de 2009

Deja aquí tu propósito

Si hago caso de los refraneros, me topo con eso de "Año nuevo, vida nueva", aunque rebuscando un poco más también encuento lo de "Lo que importa no es cómo empieza, sino cómo acaba". No he querido hacer balance a fondo del 2008, porque no ha sido un gran año, tampoco nada nefasto, aunque sí que ha habido cambios y varias cositas importantes. Y tampoco tengo propósitos de año nuevo, porque creo que no me sirven de mucho. De hecho, creo que, tras varios años de proponerme lo mismo cada 1 de Enero, el primer año que no me fijé el objetivo de dejar de morderme las uñas fue cuando lo conseguí.
De momento, vamos bien: por primera vez, el "pariento" ha cenado con mi familia en Nochevieja, así que hemos empezado el año juntos, y tras ello, pasé el resto de la noche rodeada de buenas amigas (y amigo). Así que me conformo con acabarlo igual de bien. Aunque seguro que lo que venga en esos 363 días intermedios depende de mi, más que de otra cosa, y por eso, tan sólo espero que cada noche de este año 2009 pueda meterme a la cama orgullosa de lo hecho durante el día.
Sea como sea, haga lo que haga, y aunque me haga millonaria con El Niño, puedo prometer y prometo que todo quedará escrito aquí para la posteridad. Para que dentro de un año pueda releerme y, entonces si, hacer balance del recién estrenado año.